En la Península Ibérica hay zonas donde existe una peligrosidad sísmica elevada y pueden ocurrir fuertes terremotos. Afortunadamente, su frecuencia es menor que en el área del Mediterráneo occidental. A continuación despejamos la incógnita.
En este artículo analizaremos las zonas de la Península Ibérica con más peligrosidad y con mayor riesgo sísmico, y veremos algunos de los eventos más fuertes de la historia del territorio ibérico.
La Península Ibérica, en el punto de colisión entre dos placas
La Península Ibérica se sitúa en una zona de contacto entre las placas tectónicas Eurasiática y Africana. Esta zona de colisión, que se extiende desde el Atlántico (al sur de Portugal) y por todo el Mediterráneo hasta Italia, Grecia y Turquía, es responsable de la sismicidad que se registra en el sur de España y de Portugal.
Luego hay otros factores que complican el cuadro, con microplacas y fallas activas a cientos de kilómetros de esta zona de colisión: esto produce sismicidad en otros puntos de la Península, por ejemplo en los Pirineos y en Galicia.
En la península, hay menor frecuencia de fuertes terremotos respecto a Turquía, Grecia o Italia
Debido al hecho de que en el Mediterráneo occidental la colisión entre las placas tectónicas se produce de forma menos rápida e intensa que en el Mediterráneo oriental, los eventos sísmicos de grandes dimensiones tienen menor frecuencia.
Esto se ve reflejado en los mapas de peligrosidad sísmica de Europa, como se puede apreciar en la imagen aquí abajo, donde las áreas coloreadas en color rojo intenso y morado (con mayor peligrosidad) se concentran en la parte sur-oriental del continente.
El hecho de que la probabilidad de fuertes terremotos sea más baja en España no implica una ausencia de peligro. También hay que destacar que fuertes terremotos con epicentro en el mar pueden causar tsunamis, que históricamente esto ya ha pasado, por ejemplo en 1522 y en 1755.
La peligrosidad sísmica nos indica la probabilidad de que en una zona se produzcan fuertes terremotos en el futuro.
En Canarias la sismicidad está vinculada con los volcanes
Las Islas Canarias no están situadas a lo largo de un punto de choque entre placas. Este archipiélago español es de origen volcánico y la sismicidad está relacionada con este tipo de actividad. De hecho, durante la erupción del Cumbre Vieja del otoño 2021, se produjeron numerosos eventos sísmicos, aunque ninguno llegó a causar daños, por tener una magnitud mediana o baja. En las Canarias no ha habido históricamente fuertes terremotos destructivos.
El último terremoto destacable tuvo lugar el 1 de mayo de 1989 en Tenerife, con una magnitud 5,3 grados. No hubo daños, aunque se creó mucha alarma en la población.
¿Cómo se estudia el riesgo de tener un gran terremoto?
Para saber si en una zona pueden ocurrir o no fuertes terremotos, los geólogos se basan, en general, sobre dos tipos de información: el estudio de las fallas capaces de generar seísmos y la investigación histórica para conocer los efectos de eventos sísmicos del pasado.
En Europa hay una gran cantidad de documentos históricos que nos cuentan los sucesos de los últimos dos mil años (y más), constituyendo una información valiosa sobre la peligrosidad sísmica.
Gracias al análisis de antiguos textos, los investigadores han podido rellenar archivos de terremotos europeos que nos ayudan a saber la frecuencia de eventos sísmicos y su ubicación.
El estudio de los documentos históricos de los últimos miles de años ha permitido rellenar el mapa de peligrosidad sísmico europeo, y nos demuestra que las zonas donde más frecuentemente ha habido eventos catastróficos con decenas de miles de muertos son Turquía, Italia, Grecia.
Aunque en España y Portugal los terremotos catastróficos hayan sido menos frecuentes, su menor frecuencia puede suponer un ‘problema’, porque la población olvida estos eventos y puede haber una sensación de falsa seguridad.
Las regiones más sísmicas del continente europeo
Como puedes ver en la imagen superior, Turquía, Grecia, Albania, Italia y Rumanía son los países donde existe una mayor peligrosidad sísmica, indicados en rojo en el mapa de peligrosidad. En estos países existe una mayor probabilidad de que ocurran eventos con alta aceleración del suelo en el futuro (próximas décadas).
Los fuertes terremotos que se producen en Europa son causados en su mayoría por tensiones debidas al choque de placas tectónicas
Toda la región de los Balcanes también está sujeta a un fuerte peligro sísmico. A pesar de estar en un escalón más bajo, la amenaza sísmica también es considerable en ciertas áreas de Austria, Bélgica, Francia, España, Portugal, Alemania, Noruega, Islandia o Suiza.
Hay que recordar que incluso en zonas donde la peligrosidad sísmica es media o baja (tonos de naranja cada vez más claros en el mapa de arriba), pueden ocurrir peligrosos terremotos.
El mapa de peligrosidad sísmica en Europa es un importante paso adelante hacia una mayor concienciación de la población sobre los riesgos geológicos presentes en la zona en la que vivimos.
La peligrosidad nos habla de una probabilidad futura, pero no excluye la ocurrencia de eventos. Por lo tanto, las áreas con peligro medio o bajo también deben prepararse.
Las zonas de Europa con alto riesgo sísmico
Hasta ahora hemos visto los mapas de amenaza sísmica. Como decíamos, existe una diferencia entre peligro y riesgo. En el caso del riesgo sísmico, no sólo se tiene en cuenta la probabilidad de que se produzcan fuertes terremotos en un determinado intervalo de tiempo, sino también la densidad de población de los lugares afectados (¿cuántas personas están expuestas?), la vulnerabilidad de las edificaciones, etc.
Los mapas de riesgo sísmico nos dan información sobre el impacto que los terremotos pueden tener en el futuro sobre los elementos creados por el hombre y sobre las personas
En 2020, se creó el primer mapa europeo de riesgo sísmico, que destaca problemas graves. Aunque la mayoría de los países europeos tienen regulaciones sísmicas bien definidas para la construcción de nuevos edificios (en Italia desde la década de 1970), todavía hay demasiados edificios antiguos, vulnerables y sin refuerzo.
Italia, Grecia, Turquía, Albania y Rumanía son los países donde hay más zonas sujetas a un alto riesgo sísmico. Esto es resultado de la mayor amenaza sísmica de estos territorios, y la mayor exposición de los centros habitados. El riesgo sísmico es muy alto en áreas urbanas de Turquía, como Estambul e Izmir (Smyrna), en las ciudades italianas de Nápoles y Catania, en Bucarest en Rumania y Atenas en Grecia.
Las regiones del sur de España, Portugal, pequeñas áreas de Francia y Alemania, Bélgica también están sujetas a un alto riesgo sísmico.
El riesgo sísmico en España y Portugal: aquí algunos de los mayores terremotos
La Península Ibérica se encuentra entre la zona de contacto entre la placa euroasiática y la africana, por lo que el riesgo sísmico es elevado, especialmente en el sureste y en el Pirineo. Según los datos del Instituto Geográfico Nacional, prácticamente todos los días se producen varios terremotos en estas zonas, aunque muy pocos son notados por la población.
Si miramos más atrás en el pasado, en siglos anteriores, encontramos acontecimientos sísmicos catastróficos en el sur de España y Portugal, destacando el gran terremoto de Lisboa de 1755 (y el posterior tsunami). También conviene recordar el ocurrido en Almería en 1522, con una magnitud estimada de entre 6’8 y 7, y de X a XI en la de Mercalli.
Otro seísmo histórico por su magnitud y consecuencias tuvo lugar en Granada en 1884, con una magnitud estimada de entre 6’2 y 6’5 en la escala Richter. También destaca el terremoto de gran intensidad que se produjo en Torrevieja en 1829, también con réplicas que duraron meses. En época más reciente, sin duda muchas personas recuerdan el terremoto de Lorca del 11 de mayo de 2011, con una magnitud de 5,1, que dejó 9 víctimas mortales y cientos de heridos.
Para concluir: ¿cuál es la causa de los terremotos en Europa?
Desde un punto de vista geológico, la causa de los terremotos en Europa hay que buscarla en la mayoría de los casos en las tensiones que se acumulan en la corteza terrestre debido al movimiento de las placas tectónicas. El sur de Europa y toda el área del Mediterráneo se encuentran a lo largo de una importante zona de colisión entre las placas euroasiática y africana.
En ciertas áreas, como Turquía, también hay una colisión entre las placas de Anatolia y la placa de Arabia. Para complicar las cosas también hay una serie de microplacas, que complican la situación.
Italia, por ejemplo, se encuentra en una zona tectónica muy particular debido a la presencia de la microplaca Adria. Los efectos de esta particular situación tectónica se pueden ver en los Alpes (donde hace siglos ocurrieron fuertes terremotos entre Italia, Austria y Suiza), y más frecuentemente en los Apeninos, donde los terremotos son muy frecuentes.
Las microplacas también pueden complicar la situación, y la de la Península Ibérica es un buen ejemplo de ello
Otras microplacas complican la situación en Europa, desde los Balcanes hasta Rumanía, hasta la Península Ibérica, y por eso los terremotos se producen incluso en zonas alejadas de la zona de colisión más conocida, la que existe entre las placas Euroasiática y Africana.
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