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España confirma que abandonará el Tratado de la Carta de la Energía

Primero lo anunció la ministra Teresa Ribera en una entrevista a un medio estadounidense. Seis días después fue el ministro de Energía y Clima de Países Bajos quien lo anunció. Poco después fue Macron quien anunció que Francia también va a abandonar el Tratado de la Carta de la Energía (TCE).

Este viernes, 28 de octubre, se hizo pública una carta dirigida a la Comisión Europea en la que la vicepresidenta segunda del Gobierno para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, María Reyes Maroto, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, han oficializado la decisión de España de abandonar el Tratado de la Carta de la Energía (TCE), confirmando así lo que anunciaron hace unos días.

El Ministerio de Energía y Transición Ecológica envía una carta a la Comisión Europea donde oficializa su decisión de salirse del Tratado de la Carta de la Energía, a través de una carta enviada a la Comisión Europea.

El envío de esta carta ha confirmado, definitivamente, las intenciones del Gobierno de España después de que Teresa Ribera adelantara la noticia al diario Político el pasado 12 de octubre. Una decisión que ha generado un efecto cascada entre los países de la UE y que podría llegar a bloquear la ratificación del acuerdo preliminar sobre la modernización del TCE, alcanzado el pasado mes de junio tras más de cuatro años de negociaciones.

En la carta, los representantes de los tres ministerios con competencias en el TCE han advertido que “el resultado del proceso de modernización ha sido altamente insuficientey han explicado que no se ha conseguido un “alineamiento exitoso con los objetivos del acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo”. Además, también se han considerado insuficientes los avances para garantizar “la defensa y la integridad del ordenamiento jurídico de la UE”, en referencia al  sistema de tribunales privados (ISDS) que contiene el Tratado.

Por todo ello, han informado que Españava a iniciar el procedimiento para hacer efectiva la retirada del Tratado de la Carta de la Energía” y que “no puede apoyar el tratado modernizado por razones de coherencia”. Asimismo han insistido en que “una retirada coordinada de la UE y sus Estados miembros sería la mejor opción para toda la UE”.

La campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión ha celebrado el anuncio de la salida de España y otros países como una victoria climática que nos aleja un poco más de los combustibles fósiles. “El anuncio del Estado español, así como el de Países Bajos y Francia, podría ser el detonante para acabar con este tratado. Ahora esperamos que otros países como Alemania o Bélgica también muevan ficha. Pero insistimos en que la propia UE debería abrir los ojos e iniciar la salida conjunta del TCE”, ha declarado Clàudia Custodio, portavoz de Ecologistas en Acción y de la campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión.

La votación sobre la modernización en el Consejo de la UE es extremadamente importante”, ha afirmado Marta García Pallarés, de la campaña también portavoz de Ecologistas en Acción. “Ahí se decidirá si la UE está dispuesta a seguir blindando las inversiones fósiles en los años decisivos de la transición energética y a seguir desviando fondos públicos para pagar indemnizaciones millonarias a las empresas”, explica Pallarés, que cree que España debería rechazarlo.

El TCE contiene la llamada cláusula de supervivencia que permite que los países puedan seguir siendo demandados durante 20 años más desde la fecha de salida

El TCE contiene la llamada cláusula de supervivencia (Art. 47 del TCE) que permite que los países puedan seguir siendo demandados durante 20 años más desde la fecha de salida, por la puesta en marcha de medidas legislativas que afecten negativamente los beneficios esperados de las inversiones realizadas antes de la fecha de salida. Este es precisamente el argumento que está utilizando la Comisión Europea para presionar a los países para que no sigan los pasos de España.

El TCE puso sobre la mesa el problema tan grande que va a suponer seguir siendo parte de acuerdos que contienen el mecanismo ISDS, a la par que se quiere legislar sobre materias ambientales”, explica Lucía Bárcena, investigadora del Transnational Institute, que alerta que éste es sólo uno de los miles de tratados de protección de inversiones existentes. “Habrá que ver si esta decisión anima a más países a replantear su política de comercio e inversión”, finaliza Bárcena.

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