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Muere un GNR portugués al ser embestido por una narcolancha en el río Guadiana.

En la noche del lunes, alrededor de las 23:15 h, un militar de la Guarda Nacional Republicana (GNR) perdió la vida en servicio. El suceso ocurrió tras una colisión entre una embarcación oficial y una lancha rápida presuntamente vinculada al tráfico de drogas en el río Guadiana, en el municipio de Alcoutim, en el distrito de Faro (Algarve).

La víctima identificada como el cabo Pedro Nuno Marques Manata e Silva tenía 50 años. Pertenecía a la Unidad de Control Costeiro y de Fronteiras de la GNR y falleció cuando la lancha sospechosa embistió de forma deliberada la embarcación de la GNR.

Fuente: Fala Portugal

Tras el impacto, los otros tres militares que se encontraban en la patrulla resultaron heridos: uno sufrió fractura de brazo y los otros dos presentaron escoriaciones y han sido dados de alta posteriormente.

La operación estaba en curso en el marco del control de fronteras y lucha contra el narcotráfico: la embarcación de alta velocidad habría entrado desde España o vía el litoral, transportando presuntamente estupefacientes, lo que motivó la persecución.

La víctima pertenecía al cuerpo de la GNR y tenía 50 años de edad.

Después de la colisión, localizaron la lancha rápida a unas dos millas del lugar del incidente, completamente incendiada, mientras sus ocupantes huyeron por la ribera del río con apoyo de las fuerzas españolas. Está bajo investigación la razón del incendio, así como la ruta y los implicados.

El Gobierno de Portugal, a través de la ministra de Administración Interna, Maria Lúcia Amaral, expresó sus condolencias a la familia y la GNR, y aseguró un “compromiso solemne” para localizar y detener a los responsables del acto criminal, en colaboración con las autoridades españolas.

Asimismo, el Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, lamentó profundamente el fallecimiento del cabo y manifestó su “pesar personal” por la pérdida de un servidor público en cumplimiento de su deber.

La GNR ha activado asistencia psicológica para los militares afectado y sus familias. Por su parte, las autoridades competentes han iniciado diligencias conjuntas con la Polícia Judiciária (PJ), la Guardia Civil española y otros cuerpos de protección civil en ambas márgenes del río.

Este suceso ha recordado al asesinato de dos Guardias Civiles en Barbate el pasado 2024.

Este incidente pone de relieve la peligrosidad de las rutas que utilizan embarcaciones de alta velocidad para traficar drogas en la frontera luso-española y la estratégica labor de la GNR en su vigilancia.

Este hecho ha recordado en España el trágico asesinato de dos guardias civiles ocurrido en febrero de 2024 en la localidad gaditana de Barbate, cuando una narcolancha embistió deliberadamente una embarcación del instituto armado durante una operación antidroga.

En aquel suceso fallecieron los agentes Miguel Ángel González y David Pérez, ambos pertenecientes al Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS).

El impacto de la lancha, conducida por narcotraficantes que intentaban huir, provocó una ola de indignación y reabrió el debate sobre la falta de medios y protección con que cuentan los cuerpos de seguridad en la lucha contra el narcotráfico en el Estrecho.

La similitud entre ambos casos —el de Barbate y el de Alcoutim— ha vuelto a poner de manifiesto los riesgos a los que se enfrentan diariamente los agentes españoles y portugueses que patrullan las costas y ríos fronterizos contra las redes criminales que operan en la zona y no entienden de fronteras

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