Portugal se convierte en el primer país de la Unión Europea en rebajar el IVA de la compra y reparación de bicicletas del 23% al 6%. Hace casi un año que el Consejo de Ministros de la Unión Europea aprobó de forma unánime la viabilidad de esta reducción porque supondría mejoras en el medio ambiente y en la salud pública.
Desde 2020, Portugal lidera la producción de bicicletas y accesorios en Europa, por delante de Italia y Alemania. Portugal es toda una potencia europea en la fabricación de bicicletas y, con esta iniciativa, se pone a la cabeza de unas políticas económicas que podrían suponer un gran cambio para el sector que, en 2021, exportó bicicletas y accesorios por valor de 600 millones de euros. Los conocimientos técnicos sólidos, la innovación, la mano de obra calificada y barata y la flexibilidad son las principales razones del sorprendente éxito de Portugal, según Gil Nadais, secretario general de la asociación de productores Abimota.
Debido a este IVA reducido, los vendedores de bicicletas españoles temen un trasvase de los compradores de bicicletas a Portugal. La Asociación de Marcas y Bicicletas de España AMBE se muestra preocupada por la situación en la que esa decisión lusa deja al sector en España: «Que nuestro país vecino, con el que compartimos una frontera de 1.200 kilómetros reduzca el IVA de las bicicletas al 6% tiene un gran riesgo. Genera una competencia enorme. ¿Quién va a comprar una bicicleta en una tienda de toda la frontera?. Va a ser muy complicado por el Gobierno español justificar no haber tomado cuando tuvo la oportunidad una medida como esta. Es urgente actuar cuanto antes para no poner en riesgo más de 340 empresas, 168 fabricantes nacionales, casi 3.000 tiendas de venta, reparación y alquiler, y 25.000 empleos directos que representa este sector en España».
Y en España, ¿qué?
Hace pocas semanas que la iniciativa de bajar el IVA a las bicicletas llegó al Parlamento español en forma de enmienda presentada por la AMBE y ConBici. La enmienda se desestimó, perdiéndose una gran oportunidad para que España fuera un país pionero en tener una reducción del IVA en la compra, alquiler y reparación de bicicletas, lo que que hubiera supuesto un empujón definitivo para el sector ciclista en España.
En el caso de España, la propuesta era de una bajada del 21% al 10% y afectaba a todo el sector: venta, alquiler y reparación. En el caso de Portugal, el IVA reducido no tendrá en cuenta el alquiler. Aun así, las tiendas de bicicletas, sobre todo aquellas con tienda física en la frontera con Portugal, temen un gran trasvase de los compradores que, ante la enorme diferencia de precio, sobre todo en las bicicletas eléctricas, decidan cruzar a Portugal para adquirir una. Ese trasvase de clientes podría llevar a aprobar medidas similares en el resto de los países de la Unión, provocando un “efecto dominó” que reduciría ese impuesto en toda Europa.
Por poner cifras sobre la mesa. En España, una bicicleta de 2.000 euros, si le sumamos el IVA tendría un PVP de 2.420 euros. En Portugal costaría 2.120 euros. ¿Viajarías a Portugal para comprarte una bicicleta por esa diferencia? Quizá sólo tenga sentido para las bicicletas más caras, como las de competición o las e-bikes.
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