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Protestas “No Kings”: EE. UU. se moviliza contra las políticas y el estilo de gobierno de Donald Trump

Washington D. C., 18 de octubre de 2025.

Miles de personas se manifiestan este sábado en diversas ciudades de Estados Unidos bajo el lema “No Kings” (“No hay reyes”), en una jornada de protestas convocada para expresar preocupación por lo que los organizadores consideran una deriva autoritaria del presidente Donald Trump y un debilitamiento de las instituciones democráticas del país.

La movilización, que tuvo réplicas en más de 2,500 localidades, reunió a organizaciones de derechos civiles, sindicatos, grupos progresistas y ciudadanos independientes. Los convocantes subrayan que el movimiento busca defender el equilibrio de poderes y las libertades constitucionales ante lo que interpretan como una expansión excesiva del poder ejecutivo.

Las razones detrás de las manifestaciones

El movimiento No Kings sostiene que la actual administración está actuando por encima de los límites tradicionales del cargo presidencial. Entre las principales inquietudes de los manifestantes destacan:

  • El uso del poder federal para intervenir en gobiernos locales, tras los recientes intentos de Trump de desplegar tropas en ciudades como Chicago.

  • Las políticas migratorias, calificadas por críticos como “punitivas” y “discriminatorias”, que incluyen redadas y detenciones masivas.

  • La preocupación por los derechos civiles y la libertad de prensa, en un contexto de tensiones entre la Casa Blanca y varios medios de comunicación.

  • Las desigualdades económicas, con denuncias de que las medidas fiscales benefician a grandes corporaciones y fortunas, en detrimento de las clases trabajadoras.

“Queremos recordar que Estados Unidos no es una monarquía. Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente”, declaró en Nueva York Marcia Edwards, portavoz del movimiento No Kings. “Esta protesta no es contra una persona, sino en defensa del sistema democrático”, añadió.

Respuesta del Gobierno y del Partido Republicano

Desde la Casa Blanca, funcionarios han calificado las manifestaciones como “acciones motivadas políticamente” y han defendido la gestión del presidente. “El presidente Trump está haciendo lo necesario para garantizar el orden, proteger las fronteras y fortalecer la economía”, señaló un comunicado oficial.

Varios líderes republicanos también criticaron el movimiento, describiéndolo como una expresión “radical” y “antipatriótica”. Algunos legisladores conservadores afirmaron que detrás de las marchas hay organizaciones “financiadas por intereses extranjeros”, acusaciones que los organizadores niegan rotundamente.

En paralelo, algunos estados gobernados por republicanos desplegaron unidades de la Guardia Nacional para prevenir posibles disturbios, aunque las autoridades locales reportaron que la mayoría de las concentraciones transcurrieron de manera pacífica.

Un movimiento que gana visibilidad

El lema No Kings ha adquirido fuerza simbólica en los últimos meses. Inspirado en los principios fundacionales del país, busca enfatizar que el poder presidencial debe estar sujeto a límites constitucionales.
La iniciativa comenzó con pequeñas marchas en la costa oeste y se extendió rápidamente gracias a redes sociales y alianzas con organizaciones de derechos humanos como la ACLU.

Analistas políticos consideran que las manifestaciones reflejan el creciente clima de polarización que vive Estados Unidos. “El país se encuentra dividido no solo por ideología, sino por visiones opuestas de lo que significa la democracia”, señala la politóloga Rachel Gonzalez, de la Universidad de Georgetown.

Una protesta pacífica, pero con eco político

Aunque los organizadores insisten en mantener el carácter no violento del movimiento, las protestas podrían tener consecuencias políticas importantes.
A menos de un año de las elecciones legislativas, la movilización nacional evidencia que una parte significativa de la sociedad civil busca marcar distancia de lo que percibe como un estilo de gobierno cada vez más autoritario.

“Estas marchas no van a cambiar el país de un día para otro”, comentó el analista independiente David Brooks, “pero muestran que hay un sector de la población dispuesto a defender los contrapesos democráticos, incluso frente a un presidente popular entre su base”.

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