España asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, del 1 de julio al 31 de diciembre, en un periodo de grandes retos para los Estados miembros y la Unión Europea en su conjunto.
La Presidencia española ha establecido cuatro prioridades para su semestre: impulsar la reindustrialización de Europa, avanzar hacia la transición ecológica, consolidar el pilar social y reforzar la unidad europea.
1. Reindustrializar la UE y garantizar su autonomía estratégica abierta
La apertura internacional de las últimas siete décadas ha sido muy beneficiosa para la UE y le ha permitido alcanzar cotas de crecimiento económico y bienestar social que, desde el proteccionismo, habrían sido imposibles.
No obstante, la apertura internacional también ha facilitado procesos de deslocalización que nos han hecho perder industrias en sectores estratégicos y nos ha llevado a adquirir una dependencia excesiva de terceros países en ámbitos como la energía, la salud, las tecnologías digitales y la alimentación.
Ahora, los cambios geopolíticos, tecnológicos y medioambientales que se están produciendo nos brindan la oportunidad de invertir esta tendencia y atraer nuevas empresas y empleos al territorio europeo, generando riqueza y reduciendo nuestras vulnerabilidades externas.
Para lograrlo, la Presidencia española trabajará en dos frentes. Por un lado, promoveremos aquellos expedientes que permitirán fomentar el desarrollo de industrias y tecnologías estratégicas en Europa, la ampliación y diversificación de nuestras relaciones comerciales, y el reforzamiento de nuestras cadenas de suministro, otorgándole una especial importancia a la Cumbre UE-CELAC y su seguimiento.
Por otro lado, propondremos una estrategia común para garantizar la seguridad económica y el liderazgo global de la UE de aquí a 2030, que permitirá dar continuidad y profundidad al trabajo de las instituciones europeas y la hoja de ruta acordada por los 27 Estados Miembros en la reunión informal de los jefes de Estado o de Gobierno de Versalles en marzo de 2022.
2. Avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental
Para los europeos, frenar el cambio climático y la degradación medioambiental no es solo una obligación legal y moral. Es, también, una oportunidad inmensa. Si la ejecutamos bien, la transición ecológica nos permitirá reducir drásticamente nuestras dependencias en energía y materias primas, abaratará sustancialmente nuestra factura eléctrica, hará más competitivas a nuestras empresas, y creará cerca de un millón de empleos, solo en esta década.
La Presidencia española hará todo lo posible para facilitar esta transición. Impulsaremos una reforma del mercado eléctrico que acelere el despliegue de las energías renovables, reduzca los precios de la electricidad y mejore la estabilidad del sistema.
Agilizaremos la tramitación de los expedientes legislativos pendientes del Fit for 55, como el paquete de Gas e Hidrógeno, y los reglamentos de eficiencia energética. Y promoveremos medidas para la reducción de residuos y microplásticos, el diseño de productos sostenibles y la generación de combustibles ecológicos. Todo para que la UE siga liderando la lucha global contra el cambio climático y lo haga creando riqueza y nuevas oportunidades en todo su territorio.
3. Impulsar una mayor justicia social y económica
En el futuro, no bastará con que el PIB europeo crezca. Habrá que lograr que la riqueza generada llegue a toda la ciudadanía y sirva para mejorar sus oportunidades y condiciones de vida. Necesitamos una economía más competitiva, pero también más justa y solidaria.
Por eso, la Presidencia española abogará por el establecimiento de unos estándares mínimos y comunes de tributación empresarial en todos los Estados Miembros y combatirá la evasión fiscal de las grandes multinacionales, que cada año cuesta a la UE 1,5 puntos de PIB, es decir, lo mismo que gasta en vivienda y protección medioambiental.
Asimismo, trabajaremos para una adecuada revisión del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, y para una reforma de las reglas fiscales que permita superar la austeridad, aumentar la transparencia, y combinar la sostenibilidad de las finanzas públicas con la correcta financiación de las transiciones verde y digital.
Por último, impulsaremos la ampliación de los derechos de los trabajadores en varios ámbitos y de colectivos vulnerables como los niños, las mujeres que sufren violencia de género, y las personas con discapacidad.
4. Reforzar la unidad europea
En un mundo de incertidumbre y tensiones geopolíticas crecientes, la UE debe permanecer unida. Por eso los Estados Miembros debemos seguir avanzando en materia de integración y desarrollar herramientas que nos permitan afrontar, juntos, los grandes desafíos de nuestra época.
Para ello, la Presidencia española abogará por una mayor profundización del mercado interior, la culminación de la unión bancaria y la unión de mercados de capitales, una consolidación y mejora de instrumentos comunes como los fondos NextGenerationEU, una gestión más eficaz y coordinada de los procesos de migración y asilo, y por el apoyo coordinado a Ucrania y a otros estados de nuestro entorno.
Asimismo, trabajaremos por el desarrollo de nuestra identidad y valores compartidos, y por una nueva fase de desarrollo del proyecto europeo.
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