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Salud mental, productividad y satisfacción: los beneficios de la semana laboral de cuatro días en Portugal

La experiencia portuguesa demuestra que se trata de una propuesta viable y beneficiosa, que no implica una pérdida de productividad ni de salario

Portugal se ha convertido en uno de los países pioneros en probar la semana laboral de cuatro días, una medida que busca mejorar la calidad de vida y el rendimiento de los trabajadores. Trabajar menos, vivir más. El proyecto piloto, que comenzó en septiembre de 2022 y finalizará en abril de 2023, ha involucrado a más de mil empleados de 41 empresas de diferentes sectores. Los primeros resultados son muy alentadores y muestran los beneficios de esta iniciativa tanto para los trabajadores como para las empresas.

La semana laboral de cuatro días no es una idea nueva, sino que ha sido ensayada por otros paises como IslandiaReino Unido o España, con resultados positivos. Sin embargo, todavía se enfrenta a la resistencia y el escepticismo de muchos que la ven como una utopía irrealizable o una amenaza para la competitividad. La experiencia portuguesa demuestra que se trata de una propuesta viable y beneficiosa, que no implica una pérdida de productividad ni de salario, sino una mejor organización del trabajo y una mayor satisfacción de los empleados.

Menos estrés, menos bajas, mayor compromiso

Según destacan los coordinadores del proyecto, el doctor Pedro Gomes y la doctora Rita Fontinha, encargados de recopilar y analizar los datos, en los primeros tres meses ya se pudieron detectar los primeros indicios de mejora entre los participantes.

Los datos preliminares del estudio que evalúa el proyecto piloto revelan que el 95% de las empresas que participaron en el ensayo observaron cambios positivos en sus trabajadores. Estos cambios se refieren principalmente a la mejora de la salud mental, una de las grandes preocupaciones de la sociedad actual, especialmente tras la pandemia de COVID-19 y la posterior crisis económica. Los trabajadores que se acogieron a la semana laboral de cuatro días experimentaron una reducción significativa de los síntomas de ansiedad, fatiga, insomnio, depresión, tensión y soledad. Además, el 85% de ellos mejoraron en al menos uno de estos indicadores.

La reducción de la jornada laboral también permitió a los trabajadores dedicar más tiempo a su bienestar físico y a sus relaciones personales. Los que nunca hacían ejercicio físico disminuyeron del 27% al 14,5%, y los que se quejaban de la dificultad de conciliar la vida familiar y la laboral pasaron del 48% al 8%. Asimismo, los trabajadores expresaron una mayor satisfacción con su trabajo y con su salario. De hecho, para cambiar a una empresa donde tuvieran que volver a la semana laboral de cinco días, exigirían al menos un aumento salarial del 20%.

Las empresas también se beneficiaron de la medida, ya que lograron mantener o incluso aumentar su nivel de producción con menos horas de trabajo. Para ello, adoptaron diferentes estrategias organizativas, como la reducción de reuniones, la creación de bloques de trabajo o la adopción de nuevo software. Además, las empresas mejoraron su gestión de recursos humanos, al ofrecer a sus empleados una alternativa a los aumentos salariales y al reducir el nivel de estrés entre ellos. Esto se tradujo en una mayor capacidad de reclutamiento y retención de trabajadores, así como en una mejora de la imagen y la reputación de las empresas.

La prueba piloto de Portugal sigue el modelo 100-80-100 que la organización sin ánimo de lucro 4 Day Week Global viene implementando en Alemania, Sudáfrica y en otros países del mundo, en la que se mantiene el 100% del salario de los empleados manteniendo el 100% de la productividad, con una jornada del 80%. En este caso, dado que algunas empresas ya utilizaban un formato de jornada por debajo de las 40 horas, la reducción real de la jornada no ha sido del 20% habitual sino que se ha mantenido en un 13,7%.

Los resultados definitivos, en abril

El estudio definitivo sobre el proyecto piloto será presentado en abril de 2023, y las empresas tendrán entonces la opción de mantener la reducción, regresar a la semana de cinco días o ajustar el formato. El coordinador del proyecto, el profesor de Economía de la Universidad de Londres Pedro Gomes, espera que la experiencia portuguesa sirva de ejemplo e inspiración para otros países que quieran apostar por la semana laboral de cuatro días, una medida que, según él, “puede contribuir a una sociedad más feliz, más sana y más productiva”.

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