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Diario democrático

Un oasis oceánico en el Sado que nutre la fauna y la pesca

Imagínese un bosque en el fondo del mar que fomenta la vida, proporciona alimento, refugio de los depredadores y seguridad para los jóvenes en desarrollo.
Al igual que los árboles, este hábitat produce oxígeno, reduce la erosión y retiene el carbono, mitigando el cambio climático. Las praderas marinas son esos lugares y Raquel Gaspar, bióloga marina y cofundadora de la organización Ocean Alive, se propone protegerlos.

Viveros de vida marina, que sustentan la biodiversidad y la economía de las Comunidades pesqueras y costeras

Mediante censos subacuáticos, el equipo está elaborando un plan para vigilar y restaurar este hábitat de gran importancia ecológica.

La bióloga marina trabaja en la Reserva Natural do Estuário do Sado, que alberga especies emblemáticas como los delfines y los caballitos de mar. Las praderas son también un vivero para varias especies locales.

A nivel mundial, las praderas marinas proporcionan un valioso hábitat para más de una quinta parte de las 25 especies más pescadas, pero casi un tercio de su superficie conocida ha desaparecido, principalmente debido a la contaminación, el cambio climático, la deforestación, el desarrollo costero y las técnicas de pesca y fondeo destructivas. 

Las praderas marinas nos ofrecen varios servicios ecosistémicos, un conjunto de procesos naturales que, directa o indirectamente, contribuyen al bienestar humano.

En el Estuario del Sado, también existe la amenaza producida por el dragado para profundizar el canal de navegación del puerto y los astilleros cercanos. El dragado no perturba directamente las praderas protegidas, sino que eleva los sedimentos, reduciendo la luz que necesitan las plantas.

Para salvar las plantas acuáticas, la bióloga tuvo que localizarlas primero. Los estudios subacuáticos realizados por su equipo evaluaron la salud de las praderas, pero Raquel necesitaba un aliado para hacer la cartografía. Así que se centró en las personas que mejor conocen las praderas: las mujeres que pescan allí. Reclutó a ocho mujeres y las capacitó para utilizar dispositivos GPS para marcar los márgenes de las praderas marinas mientras pescaban.

El mapa resultante proporciona información a las autoridades sobre cómo disminuir el impacto del dragado, los amarres y la producción de ostras.

En Portugal, las praderas de fanerógamas marinas están presentes en la ría de Aveiro, estuario de Mondego, laguna de Óbidos, estuarios de Tajo, Sado y Mira, ría de Alvor, estuario de Arade, ría Formosa y Guadiana, bahías protegidas en la costa de Arrábida y Algarve y Madeira

Las mujeres siguen trabajando como administradoras de las praderas, vigilándolas y promoviendo prácticas de pesca sostenible en su comunidad.

Raquel Gaspar, bióloga marina cofundadora de la organización Ocean Alive

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