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Europa quiere más apicultores

La UE es el segundo mayor productor de miel del mundo, solo superado por China, que dobla a la UE, con una producción de 550.000 toneladas anuales. Los más de 600.000 apicultores y 18 millones de colmenas de la Unión Europea generan 280.000 toneladas de miel cada año (datos CE).

La producción de miel solo cubre el 60% del consumo y la UE importa cada año 200.000 toneladas de miel procedentes de terceros países. La CE pretende a través de la PAC incrementar el número de colmenas. Al aspecto productivo se suma también el factor polinizador de las abejas sobre el resto de cultivos.

Sin embargo, esta producción no cubre el consumo interno y la UE se ve obligada a importar cada año una cantidad de miel equivalente al 40% de la consumida. Cada año unas 200.000 toneladas de miel entran al mercado comunitario, lo que convierte a la UE en el mayor importador de miel del mundo. La mayor parte de la miel importada procede de Ucrania, China, Argentina, Méjico, Uruguay, Brasil, Cuba y Turquía.

Mientras, las exportaciones representan el 7% de la producción europea (unas 21.000 toneladas anuales) que se destinan principalmente a mercados como Suiza, Arabia Saudí, Estados Unidos o Japón.

Informe “Un nuevo pacto para los polinizadores”

Los insectos como las abejas melíferas proporcionan miel, ceras, …, y son una fuente de ingresos para familias de zonas rurales de comarcas transfronterizas de Trás-os-Montes, Aliste o Sanabria-La Carballeda. La apicultura zamorana es un referente en Castilla y León; se estima que la provincia cuenta con 600 apicultores que suman en torno a 37.000 colmenas en las que se producen aproximadamente 500 toneladas de miel de las más de 4.000 que Castilla y León genera (datos JCYL, 2021). Cada año, más apicultores aficionados se profesionalizan. En 2022, se creó la marca de calidad «Miel de Zamora» y en 2023 Zamora acogió la cuarta edición de la Feria Apícola Internacional Meliza, del 17 al 19 de febrero.

Estos insectos también desempeñan un papel clave en la reproducción de la mayoría de especies vegetales al actuar como polinizadores. Por eso, la extinción de las abejas y otras especies polinizadoras supone una seria amenaza a la biodiversidad e incluso a la supervivencia humana. Sin polinización no hay cosechas ni alimentos. Almendras, manzanas, arándanos, pepinos, cebollas, calabazas o fresas no serían posibles sin la acción de los insectos polinizadores.

España es el primer productor de miel de la UE, seguido de cerca por Rumanía, Hungría y Alemania. Portugal ocupa el décimo puesto, con una producción en descenso.

Los científicos llevan años alertando de la muerte de las abejas y otras especies polinizadoras a un ritmo alarmante, tratando de explicar las causas de este fenómeno. Asociaciones ecologistas y colectivos ciudadanos han reclamado que se tomen medidas contra la extinción masiva de los polinizadores. 

La Comisión Europea acaba de publicar un documento con propuestas para abordar el alarmante descenso del número de insectos polinizadores en el continente europeo. La iniciativa del Ejecutivo comunitario concreta en el informe “Un nuevo pacto para los polinizadores”, que la Comisión ha remitido al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones con la intención de abrir un debate acerca de este problema.

Este “Pacto para los polinizadores” expone una serie de acciones que deben llevar a cabo con urgencia la UE y los Estados miembro para revertir el declive de las poblaciones de insectos polinizadores. Si nada cambia, una de cada tres especies de abejas, mariposas y sírfidos habrá desaparecido de aquí al 2030.

La iniciativa complementa la que ya lanzó en 2022 (“Ley para restaurar la naturaleza”), y se enmarca dentro de la Estrategia Biodiversidad 2030, la Estrategia del Campo a la Mesa y el Pacto Verde Europeo.

España, la primera colmena europea

En los últimos años el número de colmenas en la UE se ha recuperado, desde los 11,6 millones del año 2004 a los 18,9 millones del año 2020. España, Rumanía, Polonia, Francia, Italia, Eslovenia y Hungría poseen el mayor número de colmenas de la UE.

Liderando la producción, España cuenta con 35.300 apicultores (MAPA, 2021) y más de 3 millones de colmenas. Alrededor el 18% son profesionales, es decir, aquellos cuyas explotaciones reúnen más de 150 colmenas, muy por encima de la media comunitaria que apenas si llega al 5,20% del total.

La apicultura es una actividad ganadera que favorece fijar población en el medio rural en territorios como los transfronterizos muy afectados por el problema de la despoblación.

En España, la mayor parte del censo de colmenas y de la producción de miel y cera se concentra en Extremadura, Andalucía, Castilla y León y la Comunitat Valenciana. En cuanto al número de explotaciones la relación varía, concentrándose en Castilla y León, Andalucía y Galicia. Sin embargo, conviven en España varios modelos productivos que refleja la actividad apícola en cada región. En el noroeste español y las regiones insulares, se observa un alto grado de pequeños apicultores estantes, pues en su mayoría no practican la trashumancia; en el centro y sur/sureste, predomina un mayor grado de profesionalización y es mayoritariamente trashumante.

Portugal ocupa el décimo puesto, con 11.300 apicultores y 754.000 colmenas. Cada apicultor portugués posee una media de 66 colmenas, tres veces más que la media comunitaria (21).

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