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La curiosa historia de Avellino: el club italiano que asciende cada vez que muere un Papa

Esta historia de Avellino es una de esas curiosidades del fútbol que parecen sacadas de una novela

En el mundo del fútbol existen historias que desafían la lógica, anécdotas que parecen salidas de una novela de realismo mágico. Una de las más curiosas —y casi míticas— es la del U.S. Avellino 1912, un modesto club italiano cuya historia deportiva parece entrelazada con los destinos del Vaticano. Según cuenta la leyenda, cada vez que muere un Papa, Avellino asciende de división.

Un club con historia modesta

Avellino, fundado en 1912 en la región de Campania, no es un gigante del fútbol italiano. Su palmarés es discreto, y su presencia en la élite del Calcio ha sido esporádica. Sin embargo, lo que le falta en títulos lo compensa con una historia peculiar que ha capturado la imaginación de los fanáticos del fútbol.

La cronología del “milagro”

Cómo se ha desarrollado esta leyenda a lo largo del tiempo:

1978: El año de los tres Papas

Uno de los años más singulares en la historia de la Iglesia Católica fue 1978. En un mismo año murieron dos Papas: Pablo VI en agosto y Juan Pablo I apenas 33 días después de su elección. Ese mismo año, fue elegido Juan Pablo II.
Coincidentemente, en la temporada 1977/78, el Avellino logró su mayor hazaña: ascendió por primera vez en su historia a la Serie A, la máxima categoría del fútbol italiano. El equipo permaneció en la élite durante una década, algo impensado para un club de su tamaño.

2005: Muerte de Juan Pablo II

En abril de 2005, falleció Juan Pablo II, uno de los Papas más influyentes del siglo XX. Ese mismo año, el Avellino consiguió el ascenso a la Serie B tras ganar los playoffs de la Serie C1. Aunque no fue un ascenso a la élite, sí representó un salto importante en su lucha por recuperar protagonismo.

2022: Muerte de Benedicto XVI

El 31 de diciembre de 2022 falleció Benedicto XVI, el Papa emérito que había renunciado en 2013. Aunque ya no era el pontífice reinante, muchos aficionados volvieron a mirar al Avellino para ver si la “profecía” se repetía. Hasta ahora, el club no ha ascendido, pero aún hay tiempo y muchos siguen atentos.

¿Coincidencia o superstición?

Desde luego, no hay ninguna relación causal entre los eventos religiosos y los deportivos. Pero eso no ha impedido que la leyenda crezca. En un país como Italia, donde el fútbol es casi una religión, este tipo de mitos encuentra terreno fértil para florecer.

La afición del Avellino ha adoptado esta historia con humor y cariño, y cada vez que ocurre un cónclave, las redes sociales se llenan de memes, chistes y referencias al «ascenso papal».

Más allá de la anécdota

El caso de Avellino es un ejemplo fascinante de cómo el fútbol no solo vive de goles, fichajes y estadísticas. También vive de historias, de narrativas improbables que conectan lo divino con lo terrenal, lo sagrado con lo popular.
En una época donde los algoritmos y las finanzas dominan el fútbol, leyendas como la de Avellino nos recuerdan que todavía hay espacio para la magia.

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