Fue en 1984 cuando se celebraron estas primeras jornadas eclesiales, promovidas por aquel entonces por el Papa Juan Pablo II.
Lisboa es la ciudad encargada de acogerla en este 2023. La capital portuguesa ha congregado a más de medio millón de fieles, donde el Papa Francisco, ha manifestado que la Iglesia es un sitio para todos. Lo hizo en el peque de Eduardo VII.
El Papa también quiso recordar a las víctimas de los abusos sexuales por parte de miembros De la Iglesia. El pasado febrero, se publicó un informe que apuntaba a que al menos 4.800 niños y niñas habían sido víctimas de pederastia por parte del clero desde 1950 en Portugal.
El Papa Francisco ha criticado severamente la política inmigratoria europea, donde se estima que han podido fallecer 1800 personas, solo en el Mediterráneo.
El aborto y la eutanasia también han sido focos de atención para el Sumo Pontífice, junto con el sostenimiento del Medio Ambiente. El Vaticano, por ejemplo, está realizando importantes esfuerzos para ser un estado pionero en cero emisiones, tras publicar la encíclica “Laudato sí”.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud se celebrarán hasta el 6 de agosto, y podrían dejar entre 411 y 564 millones de euros, en términos de Valor Añadido Bruto, y de entre 811 y 1.100 millones de euros, en términos de producción.
El Gobierno portugués habría gastado 160 millones de euros en su organización.
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