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Mas de 300 especies acuáticas exóticas amenazan la biodiversidad de la Península Ibérica

Más de trescientas especies acuáticas exóticas han invadido o amenazan con extenderse por la Península Ibérica, según los datos que maneja el proyecto cofinanciado con fondos europeos Life Invasaqua.

Este proyecto, que lleva cinco años concienciando de los peligros que suponen las especies exóticas invasoras (EEI) acuáticas para los ríos y estuarios ibéricos, llega a su fin con una clara conclusión: España y Portugal deben trabajar juntos para frenarlas.

El proyecto comenzó a rodar en 2018: sus promotores eran conscientes de que “había poca información disponible y sistematizada” y que el público en general y las partes interesadas sabían de la existencia de las EEI pero “no tenían una verdadera noción de la magnitud real del problema”, ha dicho a EFE el coordinador en Portugal de Invasaqua, Pedro Anastáçio, investigador de la Universidad de Évora (Portugal).

Con ese punto de partida, además de apostar por formar equipos multidisciplinares, consideraron vital que estuvieran integrados por representantes de Portugal y España “pues las invasoras no conocen fronteras y la mayoría de las cuencas hidrográficas portuguesas y españolas son compartidas”, lo que les facilita viajar de un país a otro.

Trabajar de manera conjunta y compartir conocimiento y experiencias es esencial para prevenir la llegada de estas especies o combatirlas una vez han entrado en la Península y, sobre todo, para alertar de su presencia y posibilitar una respuesta rápida que evite su instauración en los ecosistemas españoles y portugueses, ha añadido el experto.

Más de 300 EEI presentes o en camino ordenadas por peligrosidad

Entre los objetivos principales del proyecto figuraban elevar la concienciación de la sociedad y crear herramientas de respuesta “muy rápida” a las EEI, implicando a científicos, gestores públicos o empresas y sectores afectados.

Para lograrlo, han generado un elevado número de documentos, entre folletos divulgativos, guías de actuación, códigos de conducta para sectores como zoos, acuarios o pescadores; o un listado que identifica y prioriza a más de 300 especies acuáticas que ya han invadido la Península Ibérica o que hay riesgo de que lo hagan.

“No bastaba con saber cuáles eran las especies, también era necesario saber en qué medida son preocupantes para Portugal y España”, por lo que las ordenaron en función del riesgo y los problemas que pueden causar.

“Además de las que ya están aquí, hay especies que podrían llegar fácilmente y plantear problemas”, que también figuran en el listado, un documento que está siendo usado por el Gobierno español en la elaboración de la Estrategia Nacional contra EEI acuáticas.

Estos documentos, junto a la formación impartida entre guardas ambientales, son muy importantes para llegar a grupos específicos, pero implicar en la lucha contra las EEI a los ciudadanos “es fundamental”, pues, según el investigador, “sensibilizar a cada uno de nosotros es lo que permite cambiar a la sociedad en su conjunto”.

Para llegar a la sociedad, entre otras acciones, el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid montó una exposición itinerante que han visitado miles de personas en España y Portugal y realizaron encuestas que les han permitido comprobar un cambio en la percepción de la gente sobre las EEI.

Cambiar la sociedad

“Life Invasaqua no es tanto un proyecto científico como un proyecto para intentar cambiar la sociedad y yo diría que ha conseguido claramente ese objetivo. Nos hemos dado cuenta a través de, por ejemplo, la cantidad de búsquedas que se hacen ahora en internet sobre EEI cada vez que se publica una noticia sobre ellas”, ha señalado

También se percataron vía encuestas de que aunque muchos saben que estas especies afectan a los ecosistemas, la mayoría desconoce su impacto en la economía y la salud humana, dos componentes “que hemos comprobado que son muy importantes para poder transmitir información de manera más eficiente al público general”, por lo que decidieron centrar ahí parte del mensaje.

“Hemos llevado a cabo muchas más acciones de las que habíamos planeado, preveíamos 100 actividades y vamos ya por 500”, Además, inicialmente calcularon llegar a unas 20.000 personas y, según las estimaciones, han llegado a más de 200.000.

“Han pasado casi 5 años en los que diría que está claro que ha habido un cambio muy grande tanto en la sociedad como en las partes implicadas, e incluso en la mentalidad de los tomadores de decisiones con respecto a las EEI. En Portugal, por ejemplo, se ha producido gran cantidad de legislación y planes de actuación por especies”, ha aseverado. Mantener la formación y la comunicación

Sin embargo, ha advertido, es muy importante continuar con el trabajo iniciado por Life Invasaqua para no retroceder en lo avanzado.

Así, en su opinión, la formación de los agentes ambientales debe ser actualizada periódicamente, y hay que mantener los vínculos establecidos entre equipos de España y Portugal, pues, de lo contrario, “la comunicación desaparecerá y volveremos a trabajar separados, lo que dificultará mucho la lucha contra las invasoras”.

También es necesario mantener programas de monitorización que permitan la detección temprana de especies y poder alertar rápidamente a las zonas cercanas para que se protejan.

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