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Un ganadero se encuentra con tres linces ibéricos recién nacidos en su pajar de Toledo

Los nacimientos de este tipo no son frecuentes, aunque hay varios casos de hembras que eligen edificios para cobijarse y parir

Un ganadero de Menasalbas, municipio de Toledo, se topó este sábado con tres pequeños linces recién nacidos en una de las naves en las que guarda pacas de paja. Los diminutos cachorros estaban solos y dormían plácidamente. El ganadero guarda en esa nave la paja de reserva, por lo que no la utiliza de forma habitual, y la hembra encontró allí un refugio en el que parir tranquila.

Los Agentes Medioambientales y del Seprona de la Guardia Civil que acudieron a la finca comprobaron que las crías se encontraban en el lecho de paja e instalaron cámaras de foto-trampeo en las que observaron cómo la madre los alimentó durante un día y medio. Este lunes, la madre decidió trasladarlos a otro lugar. La hembra es un ejemplar nacido en libertad y no está equipada con ningún dispositivo de seguimiento que ayude a localizarla.

Uno de los cachorros en el lecho de paja. GUARDIA CIVIL

Sucesos como estos son cada vez más habituales, dado el avance de la especie, pero aunque estos felinos, que salieron del peligro crítico de extinción en 2015, escojan lugares habitados, siempre son poco concurridos. En Castilla-La Mancha, los linces cuentan ya con tres zonas de reintroducción consolidadas: los Montes de Toledo, Sierra Morena oriental y Sierra Morena occidental. En la actualidad, se está formando otro grupo en la provincia de Albacete, donde ya viven siete ejemplares, tras la suelta en febrero de cuatro nuevos ejemplares. En total, se ha alcanzado una población cercana a los 700 individuos, con 300 cachorros y 400 subadultos en la comunidad autónoma.

Uno de los casos más emblemáticos de elección de un pajar por un lince para criar tiene de protagonista a Odrina. Esta hembra nacida en libertad escogió una nave en desuso, pero bien conservada, de una gran finca agropecuaria en la provincia de Ciudad Real. Lo curioso es que ella vino al mundo en el mismo lugar; su madre, que procedía de un programa de cría en cautividad, encontró allí un cobijo para sacar adelante a sus camadas. Pero lo más habitual es que los linces opten por aprovechar troncos huecos o agujeros en las piedras, indican los expertos.

La madre de los cachorros en el pajar. CASTILLA LA MANCHA

El año pasado, otro lince decidió utilizar una caja que encontró en un cortijo en el valle de Matachel (Badajoz) para parir. El propietario de las instalaciones localizó a cuatro diminutos linces en una estantería, al fondo de una nave (pegada a su vivienda) donde acumulaba materiales y trastos en desorden. También pensó en un principio que podía tratarse de una camada de gatos. El coordinador de los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha recuerda que la mejor forma de actuar en estos casos es avisar a las autoridades y no acercarse a los cachorros ni molestarlos.

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