La Discusión

Diario democrático

Las comunidades de regantes defienden que su independencia evita la “contaminación política del agua”

Se definen como pacificadoras en el uso del agua al minimizar los conflictos y pleitos en torno a la administración hidráulica

El presidente de la Federación Nacional de  Regantes (Fenacore), Juan Valero de Palma, ha asegurado que la independencia de las corporaciones a las que representa es determinante para evitar la “contaminación política del agua”.

Así se ha expresado en su intervención en la jornada ‘El agua, su adecuación a las demandas: el verdadero reto’ que ha tenido lugar en el Salón Internacional del Campo este 8 de mayo.

De esta manera, ha señalado que las comunidades de regantes “pacifican” el uso del agua y ejercen como “colchón” al minimizar los conflictos y pleitos que se producen en la distribución y administración de las aguas en España.

Asimismo, ha apostillado que los gobernantes y quienes aspiran a representar y dirigir instituciones y entidades públicas como las Comunidades de Regantes deben actuar siempre con ejemplaridad en los comportamientos, transparencia y códigos de Buen Gobierno.

En general, Valero de Palma ha destacado que las comunidades de regantes facilitan la gestión y administración racional de las aguas, distribuyéndolas con equidad y transparencia y ha defendido que facilitan al Estado la recaudación a los usuarios de los costes de funcionamiento y explotación de las obras hidráulicas.

A su vez, ha valorado la “reputación internacional” que ostenta el regadío español y ha opinado que ésta debe servir para que la opinión pública considere que el regadío es un sector “modernizado y sostenible, determinante para garantizar la producción de alimentos, afrontar los retos demográficos y reforzar la lucha contra el cambio climático”.

Por otro lado, ha planteado constituir a Fenacore como entidad verdaderamente representativa del regadío español y de todas las Comunidades de Usuarios y fortalecer organizaciones con suficiente envergadura para agrupar a las comunidades de regantes (como podrían ser a su juicio la Comunidad General o la Junta Central).

Además, ha defendido la colaboración público-privada. En su opinión, el carácter de Corporación de Derecho público de las Comunidades de Regantes resulta compatible con una gestión privada, que en principio debe resultar “más eficiente y eficaz”.

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